martes, 4 de noviembre de 2014

VIAJE AL PARAISO DE LAS FLORES (AZORES)-1ª PARTE

 21/08/2014. El que la sigue la consigue...¡¡Qué Gran Refrán !!!

Cagüen tó !!, se nos comían las ganas y cuando por fin conseguimos cuadrarnos, se nos va al traste el pedazo viaje a la Isla de Flores.....

Aishhh, "sólo" reservamos con 3 meses de antelación y ¿cómo no va a quedar plazas para El Encuentro del CIMA?

Pues si, así fue...Pero la realidad es que a veces, cuando pensamos que no hemos tenido suerte, lo que no sabemos es hasta qué punto, SI la has tenido. ¡¡Pedazo viaje nos esperaba amigos!!.

JoseVi, Carmen, Caro, Amanda, Sus, Amparo y yo, teníamos unas ganas terribles de pasarlo a lo béstia. 

Éstas mismas, que nos amenizarían los 3 vuelos en 2 compañías (TAP y SATA), superar el Mega-Stress típico del límite de kilos cuando volamos con los equipo para por fin relajarnos y disfrutar del viaje que empezaba.

No sería hasta llegar a San Miguel, ya en Azores, donde nos reuniríamos con Amelia y Domique, para ya partir juntos a la Isla de Flores.

Los 7 sonrientes, o más bien sonriendo al guapo Azafato, jejeje.

 

Gracias a Duarte, nos pusimos en contacto con Francisco Silva, quién ha estado equipando todos o la mayor parte de aquel archipiélago y además organizador del CIMA.


Después de 13 horas de viaje y 3 aviones, por Fin olíamos a Flores...

Bueno, mejor dicho sentímos el olor a Flores, porque a nosotros mejor no arrimarse.


SIII !!!



La isla es tan pequeña (17 km máximo de ancho máximo y 47 km de circunferencia), que el aeorpuerto está prácticamente integrado en Santa Cruz de Flores, la capital.


Ésto promete....¡¡La Felicidad de las Flores!!


Tras recoger los 3 Nissan Micra que alquilamos (no había más opción) nos dirigimos a Lajes das Flores, donde nos alojábamos en la Hospedaria Telma .

El pueblo se sitúa a unos 18 km al Sureste de Sta. Cruz y el conjunto que conforma este alojamiento, es como si fueran antiguas casas de colonias. 

Son sencillas, muy económicas, de buena ubicación y tranquilas, así como el pequeño jardín que teníamos, nos dió mucha vidilla y comodidad a la hora de tender y trastear con los equipos. 

El Faro de Lajes que nos iluminaba todas las noches, y que seguramente atrajo hasta  nosotros la primera anécdota de nuestra estancia en la isla.



Estábamos cenando en nuestro pequeño jardín, cuando aparecieron 2 francesitas mochileras con caras de preocupación. 

Buscaban un alojamiento donde poder pasar la noche, ya que la supuesta zona de camping que indicaba la guía, no era más que un campo oscuro y abandonado, y no querían dormir allí, porque al parecer alguien las seguía. 

Pararon a cenar en un bar algo asustadas y allí les dijeron que no era más que el inofensivo, pero " loco del pueblo "...en fin...

Era inevitable pensar mientras nos lo contaban, que igual entre la oscuridad y el desamparo de aquella isla, se habían asustando sin razón. Así que, siendo que no tenían muchas más opciones,  las invitamos a pasar la noche en una habítación libre que teníamos.

Una rápida relajación asomó en sus rotros, no tenían palabras para expresar su gran agracedimiento. Pero pronto a los que nos cambió la cara fue a nosotros.

Mientras ellas se acomodaban, un individuo apareció en su camioneta, y al menos pasó 3 veces por nuestra solitaria calle, evidentemente las estaba buscando. No les dijimos nada, deseando que descansaran tranquilas y recuperaran fuerzas para el día siguiente.

Tampoco le dimos mayor importancia, cualquiera se nos acercaba a nuestras desencajadas caras.Vaya película de miedo que nos montamos solos, buscando una cámara como posesos, jajaja.

22 /08/14 SILVA ...Bom día Paraíso...


Levantamos tranquilamente, desayunamos como señores en un reluciende día, con nuestras jovencísimas anfitrionas, que pronto seguirían su camino, al igual que nosotros nos lanzaríamos de lleno a nuestra primera aventura. 

Un placer Mélissa y Margaut...Hasta Pronto.
 


El Barranco de Silva, era el elegido para ese día, pintaba facilito, lo teníamos a 8 km de casa, y no teníamos que madrugar.

Genial pues, todos de acuerdo..., buena elección como "Toma de Contacto" en la isla...



Si, si..."Toma Contacto", jejeje....menos mal que un tanto jabatas si que somos....

 



Nos adentramos en la Selva de Flores...Entre las "Canas de Roca", muy típicas de la isla.


No hacía falta que lleváramos el gps, pues era fácil de localizar, así como también dejamos la bolsa de instalación en casa, eso si, por error.


11 rápeles tendríamos por delante, de los cuales todos menos 2 eran en naturales.


Si, si...será por naturales !!!....pero y cuál elegir?. No había ninguna cinta, ni cordino, ni maillón que indicara que estábamos en un barranco ya descendido y/o equipado para ello.


Tuvimos nuestro primer momento de duda, ¿seguro que estamos en el barranco de Silva?


Decidimos seguir avanzando, rogando con no dar con un rápel de más altura de la prevista (40m)


El ambiente es brutal...


...y muy muy salvaje....jejejeje...como Dominique que estaba en su salsa.


Descendiendo entre los viejos bosques infinitos de Laurisilva...


Cada rápel había que ir trabajándolo, como si de una Exploración Inicial se tratara.


Y cada rincón, tan bello, tan exhuberante, que nos dejaba totalmente atónitos.


Era como estar inmersos en Jurásic Park.


No sabíamos dónde estábamos, pero allá donde fuere, no podíamos estar más encantados.



Las cascadas, resaltes y pozas se sucedían....El barranco es dinámico y muy mantenido.


De aguas templadas,  dulces y tranquilas, pero como todos por alí, altamente resbaladizos, obligando a progresar con mucha cautela por su roca volcánica y trabajar continúamente con pasamos recuperables a naturales en todas las cabeceras.



Llegado al Rápel de 25, que no teníamos claro si era o tal vez fuera más alto, paramos un buen rato a estudiarlo con detenimiento, y evitar tener algún susto, ya que la doble instalación que supuestamente debía estar, no la encontramos.


Finalmente abandonamos cinta y maillón y continuamos nuestro descenso.


Pero Si, en ese punto supimos que estábamos en el B.Silva, puesto que inmediatamente asomó el espectacular rápel de 40 m.


Pero se ya eran las 18.00 h y si no apremiábamos se nos echaría la noche encima.



Un inmenso bosque de cuento nos absorvía a cada paso.


Oh Dios mío, ¡¡una instalación !!.., jajaja...



Ya estábamos en el R9 y ahí estaba, bien reluciente, la señal esperada...ya pronto daríamos al mar.



Y así fue, un pasillo entre Canas de Roca, nos daba paso de manera espectacular, al inmenso Océano Atlántico.


Efectivamente, ahí llegaban a su fin, las aguas del Barranco de Silva, pero... dónde está nuestro principio?...Debe ser obvio, pues la ficha que teníamos no indicaba nada.


Pero no encontramos señal alguna, salvo unos marchales a la derecha hechos por el hombre. Mientras que a la izquierda un gran acantilado, nos hizo imaginar que por ahí nos íbamos a enriscar.

Así, que después de que nuestras Sirenas Amanda y Sus, se dieran un bañito en el Océano tomamos la ruta entre el espeso bosque. Eran ya las 19.30 h.


Entre Helechos Gigantes, empezamos a subir y a trepar, un espeso manto de vegetación  te aislaban de un sustrato que tenía vida propia. 


Tan húmedo que la sostenibilidad del bosque era un auténtico equilibrio de la naturaleza, y del que nosotros todavía no formábamos parte.


 

Sabíamos que solo teníamos que remontar todo el desnivel que habíamos bajado (335 m), pero más de un susto nos llevamos y había que extremar precauciones.

La elevada pendiente, en un suelo movedizo y con árboles podridos, no nos lo ponía fácil, después del cansancio tras tantas horas de actividad y cayendo la noche.



Así que, siendo las 21 h, y la siguiente prueba era un paredón a escalar, decidimos prepararnos a pasar la noche. No había preocupación, la temperatura era buena, y la cobertura móvil también, por lo que pudimos avisar a Carmen (que estaba en la casa), del cambio de planes. Era lo más sensato.


Susana bien sonriente, y eso que aún no había empezado la gran juerga nocturna, jejeje.


Preparamos nuestros vivacs, y todos intentamos descansar bajo la fantástica noche.

Las luces y las risas de los que tomaban cervezas y vino en el pueblo de enfrente, nos hizo reir también. Estaba claro donde debíamos estar, pero el destino quería regalarnos una noche muy especial e íntima.

No olvidaremos nunca, cuando todos gritamos "Dominiqueee, callaaaaaa hombreeee!!, mientras pensábamos...¿cómo es capaz de hacer ese extraño sonido?. 

No, no puede ser Dominique...¿qué animal será?, su aleteo, lo sentíamos muy cerca...En verdad llegué a pensar que se trataba de algún bicho del Jurásico...Nunca habíamos oído algo ni parecido.

Se trata de una mezcla entre un pato y una gaviota, muy valorado en el archipiélago y que además solo salen al Alba y al Crepúsculo, pero claro, eso lo averiguamos luego.

Pincha en la imágen para escuchar lo que nosotros escuchamos aquella noche.

http://www.marialanguages.com/culture/azores/sound/CorysShearwater.mp3

Y con esos melodiosos cánticos, dormimos nuestra primera noche inmersos en el Bosque de Laurisilva, en los altos del Barrranco de Silva, y a orillas del Océano Atlántico de la Isla de Las Flores.

 23/08/2014

La lluvia nos despertó y nos lavó la cara, así como nos abasteció del agua que no teníamos, y sin la cuál habíamos pasado la noche. Tras recoger casi 2 litros con la manta térmica, comimos algo y proseguimos nuestro camino.



Teníamos 2 opciones, deshacer lo del día anterior, volver a la playa y echar hacia el otro lado, o seguir subiendo. Finalmente optamos por lo último. No podía quedar mucho, y la lluvia caída, aún había reblandecido más el suelo si cabe, haciéndolo realmente peligroso en un descenso semejante. Vamos, que podríamos llegar a la playa en un solo paso.



No fue fácil, aún quedaron muchos pasos de fe que dar, pero por Fin llegó nuestra recompensa.


Eran sobre las 9.30 am, cuando dimos con la carretera, y al poco de llegar a los coches, llegó Mari cargada con un rico desayuno a base de Fuets y Agua como para llenar el barranco.


Al fondo el océano, y la montaña de la derecha fue la que remontamos.



En ningún momento faltó en el Equipo, el optimismo y ese fundamental humor frente a los imprevistos que iban saliendo.

Cansadas Si, mucho...pero no podíamos sentirnos más radiantes.


Un día increible, que no olvidaremos nunca, que nos unió más si cabe como Equipo y como amigos, para disfrutar seguro de cualquier aventura que se nos ponga por delante.

Gracias Flores, una gran Bienvenida que nos prepararía de una, para lo que aún nos depararían los días allí.


Al igual que empezaba esta historia...no olvideis que:

"A veces cuando crees no tener suerte, lo que has tenido es una suerte increíble"

Continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario