Una maldita noticia, de las que nadie quiere oir nunca, pone de trágico luto a toda la Familia Espeleológica y Barranquista.
En alma en pena, no hay palabras, demasiado duro y extraño para creer que le haya pasado a él, a un Gran Barranquista y Espeleólogo, que con tan solo 27 años había labrado un gran camino y se había convertido en, sin duda, UNO DE LOS GRANDES de nuestra Era.
Ánimo a los que lo conocíais bien, amigos y familiares, que habeis tenido el honor de disfrutar de su gran persona. Compartimos vuestro tremendo dolor.
Y a todos, AMIGOS Y COMPAÑEROS, por favor, cuidaros mucho, que estas horribles pérdidas enseñen a evitar otras, aprendamos de ello.
GRANDE SABA, descansa en Paz...